¿Quién soy?
¿Te imaginas poder tener entre tus manos un documento antiguo y restaurarlo? Así lo siento yo cuando confías en mí en ese momento tan decisivo en tu vida que seguro acompaña a la traducción jurada que tienes que realizar.
Y es que una traducción jurada tiene un valor legal, por lo tanto el cuidado, la atención, el detalle, la confidencialidad y la perfección en su acabado son para mí un reto al que le dedico el mismo mimo que un restaurador.
Una traducción tiene mucho de artesanía, en primer lugar tengo que ver el documento original, analizo el tipo de papel, corroboro los sellos, y me esmero en describirlo y estructurarlo todo al detalle para que la traducción sea lo más fiel posible al original.
Hace 12 años que disfruto de este trabajo artesanal, que ahora compagino con mi otro proyecto de vida, mi familia y mis dos hijos, a quien espero transmitir con los años mi amor por el inglés y por el trabajo bien hecho.
El inglés ha sido mi pasión desde que sentí la necesidad de entender a mis grupos favoritos cuando era adolescente. Eso me llevó a estudiar Filología Inglesa y, más tarde, Traducción e Interpretación. La mejor decisión de mi vida, y mi inspiración.
Quién me iba a decir a mí que esa adolescente despistada iba a conseguir ser la traductora oficial de la Universidad Pública de Navarra, y dar clases de inglés de negocios a cientos de profesionales.
Por cierto, si quieres estar al tanto de próximas formaciones o conocer mi día a día en la Universidad te invito a que visites mi página de LinkedIn.